La semana pasada, además de hacer las fichas y juegos habituales, empezamos a hacer nuestro propio hormiguero. Los niños encantados. Hemos sacado las témperas, los pinceles, nos hemos puesto el baby que tanto nos cuesta ya ponernos y... ¡a trabajar!
Primero, dibujar el hormiguero.
Después a pintar el cielo,...
... la tierra,...
... y, por último, las estancias.
Ahora es el turno de las letras.
¡El resultado final!
Ya hemos terminado con las témperas. Ahora toca dibujar la hierba y las flores y como no, las hormigas. ¿Estarán todas? La reina, el macho, las soldado y las obreras... ¡qué trabajadoras son!
¡Están todas!
El viernes, durante la asamblea, repartimos las hormigas y las pegamos cada una en su lugar.
Pero no penséis que el hormiguero estaba terminado, ahora nos toca escribir las clases de hormigas que viven en él y el nombre de las dependencias.
Finalmente y con plastilina, los niños prepararon la comida de las hormigas que, después, colocaron en la despensa de su hormiguero y... ¡menuda despensa! Hojas, judías verdes, chuletitas, tomates, guisantes y ¡hasta salchichas! ¡No van a pasar hambre durante el invierno!
Y aquí está el hormiguero terminado. Han sido muchos días de trabajo pero el resultado ha merecido la pena.
Mañana nos vamos de vacaciones. Ahora tocan días de descanso, de pasarlo bien y disfrutar con vuestros peques. A la vuelta, nos espera el último empujón y muchas cosas más.
FELICES VACACIONES DE SEMANA SANTA
