Cada uno ha elegido a su compañero de viaje. Ha sido un trayecto corto y hemos ido entretenidos jugando al veo-veo y viendo el río Tajo.
Nada más llegar, nos han explicado la historia del cacao y lo que más nos ha llamado la atención es que el cacao que nosotros comemos procede de África... ¡anda, como los egipcios!
Después hemos pasado a otra habitación donde nos han enseñado semillas de cacao y todo el proceso que pasa hasta que se convierte en tableta. ¡No os podéis imaginar lo bien que olía a chocolate!
Al salir, nos hemos quedado con la boca abierta al ver unas impresionantes esculturas ¡hechas de chocolate!
Granos de cacao con cáscara.
Granos de cacao ya pelados.
Luego, se machaca con un mortero.
Y, finalmente, se separa la manteca del cacao.
Terminada la explicación, nos hemos tenido que poner un gorro muy chulo para pasar a ver las máquinas que envuelven y empaquetan el chocolate pero aquí, no hemos podido hacer fotos.Al salir, nos hemos quedado con la boca abierta al ver unas impresionantes esculturas ¡hechas de chocolate!
No podíamos irnos de una fábrica de chocolates sin comerlo. ¡Mmmmm, estaba riquísimo!
Con este olor tan rico nuestras tripas llevan sonándonos toda la mañana así que tocaba reponer fuerzas.
Hasta aquí nuestra excursión.
Los niños se han portado muy bien, han estado atentos a las explicaciones y muy participativos.
¡Hasta la próxima!